jueves, 30 de diciembre de 2010

MARTIN GRANERO EL PRIMER DESEO DEL INDIO


A la hora de pedir regalo a los reyes, Solari que no tiene idea de la gran calidad de numeros cinco que posee el Santo, escribio en la cartita el apellido de Granero. Muchos creyeron que se trataba del hombre del Real Madrid, pero se equivocaron.
Cuando algunos apuntalan al veterano Hugo Ibarra,como posible refuerzo, Descartenlo de raiz. Y anoten a Martin Granero un volante central surguido en River, que jugo en la T y en el Deca y que sería uno de los candidatos a ocupar una de las 4 plazas de refuerzos. Entre las tres restantes descarte a Erviti, porque en la puja se metió otra grande San Lorenzo. Puede ser Navarro y puede surgir un apellido importante de otro enganche de primera.

Las historias de jugadores con escaso recorrido en el fútbol grande a veces (no siempre) ameritan ser contadas por extrañas, por curiosas o porque simplemente provocan una sonrisa.
Gracias a esa amplitud en el criterio, que quizás deforme nuestro propósito original, suelen aparecer casos como el de Martín Granero*, un pibe que además de haber hecho inferiores en River y haber jugado en la Primera de Talleres de Córdoba, decidió un día subir su sitio a la red. ¿Lo raro? Casi nada. Sólo que escribió una oda a la pelota, publicó fotos al mejor estilo Beckham, destacó cada uno de los recortes que lo mencionan y para completar la obra maestra, delegó la creación de su biografía a su madre, una mujer muy entendida en el tema que recuerda a cada uno de los entrenadores que tuvo su hijo, como Rebottaro y Roberto Puppo.

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