domingo, 6 de mayo de 2012

LUIS VICTOR FLORES UN SEÑOR OCHO


Luis Víctor Flores, uno de los mejores jugadores que dio Juventud Antoniana, habló del presente deportivo de su club, pero también recordó el pasado, cuando en una polémica decisión entró a jugar un clásico con el gorro de Central Norte en su cabeza y se paseó frente a la hinchada. “Esa vez fui a préstamo al Cuervo y mi familia y yo fuimos amenazados. Aquellos fueron momentos difíciles, donde entre la hinchada de Juventud y yo nos hicimos daño mutuamente”, confesó. para la pagina Informate Salta. 


Aquél equipo marcó historia en Juventud Antoniana: recordó nacional de 44 partidos invicto, casi nada. Luis Víctor Flores (segundo en cuclillas desde la izquierda, con la cinta de capitán) era el volante por derecha de ese conjunto de hombres que, dirigido por Juan de la Cruz Kairuz, sentía el fútbol de otra manera. “Muchos de esos jugadores sentíamos la camiseta de otra manera, quizás porque éramos hincha de Juventud, cosa que ahora es difícil de encontrar porque siempre se traen jugadores de afuera”, dijo el Guacha Flores mirando por el espejo retrovisor de su vida deportiva. “Al jugador actual le falta una dosis mayor de compromiso, de mayor entrega. Todos sabemos que únicamente poniendo garra no se ganan los partidos, pero quien puede negar que un equipo que meta, que muerda en todos los sectores del campo se hace difícil para cualquier rival y eso hace rato que no se ve en Juventud”, subrayó.

Flores recordó que antes se conformaban los equipos “y el grupo humano era fundamental porque había otro respeto porque la mayoría éramos amigos, y eso se notaba dentro de la cancha. No es casualidad que hayamos estado 44 partidos invicto, y eso se logra con trabajo, sacrificio y humildad”, expresó.
Luego fue el momento para la confesión cuando habló de aquella actitud suya cuando, al pasar de Juventud a Central Norte a préstamo, entró a la cancha con un gorro del Cuervo y se paseó por frente de la hinchada Antoniana. 
- ¿Por qué hiciste eso, de ponerte el gorro de Central Norte para entrar a la cancha y pasearte al frente de la hinchada de Juventud?
- Esa vez pasamos a préstamo de Juventud a Central Norte yo y mi compadre, el Pelado Vargas (arquero) porque el club le debía una plata al Banco Provincia y como el presidente de Central Norte (Dardo Verchán) era presidente del banco, el club arregló una forma de pago cediéndome a préstamo a mi y al Pelado. Cuando fui a Central fueron días complicados, porque antes del clásico con Juventud mi familia y yo sufrimos amenazas. La casa de mi mamá sufrió la rotura de vidrios y las llamadas telefónicas intimidatorias fueron toda la semana. Incluso mi hermano, que ese día fue a la popular, me contó que habían hecho un cajó de muerto con la inscripción que yo era boleta.
- ¿Y ahí tomaste la decisión de entrar con el gorro?
- Si, porque estaba dolido, incluso a mi compadre Vargas los propios hinchas de Central le decían que él y yo íbamos a ir para atrás, entonces para demostrarles a todos, a los de Central y a los de Juventud, que yo me brindo por entero donde juego, entré con el gorro de Central Norte, como para darle un mensaje al hincha del Cuervo que se quedara tranquilo, que iba a dejar todo por el club que estaba defendiendo.
- Y ahora, a la distancia, ¿te arrepentís de eso?
- Lo que puedo decir que los dos nos hicimos daño, yo al hincha de Juventud y el hincha de Juventud a mi, porque nos lastimamos mutuamente. Pero ya está, después hablé con la hinchada, les expliqué los motivos y ellos entendieron mi postura. Todo está bien. 

EL ex Nº 8 es uno de los jugadores que más vistió la casaca antoniana. Tenia una visión de juego formidable, le pegaba bien al balón y fue uno de los pocos capitanes que marcaba diferencias con la pelota dominada.La levantaba hasta la cabeza y era capaz de dormirla  un minuto en la sien ante los aplausos de la hinchada y los nervios del rival. Jugaba y rendia siempre de 6 a 8 puntos por partido.    
Lamentablemente ninguna entidad de Bs As pudo contratarlo, por la inercia de la dirigencia antoniana. Tampoco lo quisieron vender a Concepción de Tucuman. Solo fue cedido a préstamo a Gimnasia de Jujuy para el Nacional B y a Central Norte para el anual. Como Dt dirigió la primera local antoniana, actualmente trabajaba como ayudante de campo junto al popular Juan de la Cruz Kairuz. De la Lerma se fué por un famoso cortocircuito con el ex entrenador Hugo Pedraza. 
Para algunos antonianos la historia del Gorro cuervo no cicatrizo. Sin dudas el Wascha fue el mejor 8 del norte. Si hubiera existido internet podría haber recalado en cualquier equipo de primera.  






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