Juventud Antoniana consiguió un agónica igualdad en el segundo minuto de
descuento, e igualó dos a dos ante el Deportivo Madryn, en el estadio
Padre Ernesto Martearena, en el partido de ida de los play-offs de la
Reválida. La llave se definirá el próximo viernes a las 15 en el sur del
país.
El Ratón Ibáñez se volvió a vestir de héroe y salvó al santo de una derrota segura, y del pobre debut de Víctor Nazareno Godoy como entrenador.
La mañana había comenzado bien para Juventud Antoniana, cuando a los 15 minutos del período inicial, Ibáñez puso en ventaja al santo con un estupendo golpe de cabeza. Hasta ese primer cuarto de hora el partido era parejo, aunque la visita, en este caso el Deportivo Madryn, se mostraba un poco mejor.
A partir de la apertura del marcador, el antoniano comenzó a jugar un poco mejor, aunque esto no le alcanzaba para llevar peligro hasta el arco del aurinegro.
Sobre los 25 minutos, apareció el goleador del Deportivo Madryn, Jorge Piñeiro Da Silva que, de cabeza, puso la igualdad.
Con la igualdad Juventud Antoniana sufrió el partido. Le pesó mucho más la responsabilidad de buscar otra vez el desnivel. Los visitantes se hicieron de la pelota y crearon varias situaciones que pudieron cambiar la historia en ese período inicial.
El complemento fue para el bostezo. Tedioso. Aburrido. Con un santo que buscaba el desnivel apostando a los pelotazos sin sentido, y con Madryn buscando salir de contragolpe. Parecía inamovible la igualdad, pero a los 44 minutos, apareció Matías Binge para poner arriba al Deportivo Madryn. Cuando los insultos, los silbidos y el mal ambiente en el Martearena se hacía sentir con fuerza, apareció otra vez el Ratón Ibáñez para apagar el incendio, y dejar con chances a Juventud para la revancha. Nada cambió en el santo, sigue dependiendo de lo que puedan hacer sus individualidades.
LOS GOLES
https://www.youtube.com/watch?v=BflbiPO3qcA
El Ratón Ibáñez se volvió a vestir de héroe y salvó al santo de una derrota segura, y del pobre debut de Víctor Nazareno Godoy como entrenador.
La mañana había comenzado bien para Juventud Antoniana, cuando a los 15 minutos del período inicial, Ibáñez puso en ventaja al santo con un estupendo golpe de cabeza. Hasta ese primer cuarto de hora el partido era parejo, aunque la visita, en este caso el Deportivo Madryn, se mostraba un poco mejor.
A partir de la apertura del marcador, el antoniano comenzó a jugar un poco mejor, aunque esto no le alcanzaba para llevar peligro hasta el arco del aurinegro.
Sobre los 25 minutos, apareció el goleador del Deportivo Madryn, Jorge Piñeiro Da Silva que, de cabeza, puso la igualdad.
Con la igualdad Juventud Antoniana sufrió el partido. Le pesó mucho más la responsabilidad de buscar otra vez el desnivel. Los visitantes se hicieron de la pelota y crearon varias situaciones que pudieron cambiar la historia en ese período inicial.
El complemento fue para el bostezo. Tedioso. Aburrido. Con un santo que buscaba el desnivel apostando a los pelotazos sin sentido, y con Madryn buscando salir de contragolpe. Parecía inamovible la igualdad, pero a los 44 minutos, apareció Matías Binge para poner arriba al Deportivo Madryn. Cuando los insultos, los silbidos y el mal ambiente en el Martearena se hacía sentir con fuerza, apareció otra vez el Ratón Ibáñez para apagar el incendio, y dejar con chances a Juventud para la revancha. Nada cambió en el santo, sigue dependiendo de lo que puedan hacer sus individualidades.
LOS GOLES
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