Era un animal del área. Un atacante voraz. De esos pocos que quedan y que tanto se extrañan en el fútbol salteño. Brilla como una estrella en el firmamento de Juventud Antoniana, club del cual es el máximo goleador histórico y en el que hoy ejerce su docencia como DT de la séptima división. El Puma fue uno de los pocos privilegiados de nuestra provincia en vestir la camiseta de la Selección argentina (en los Panamericanos de 1983 en Caracas, Venezuela).
Y revivió con El Tribuno su experiencia recogida al lado de grandes jugadores y su ilusión trunca de jugar un Mundial. También habló del elenco de Sabella, de las diferencias entre el fútbol que él jugó y el actual, y sobre los delanteros del presente.“Llegué a la Selección muy joven, por los goles que hice en el Nacional 83, en el que fui goleador. Eso me bastó para ser convocado. No fue fácil, fue mucho sacrificio. Siempre dejé todo. Eso me ayudó para que Pachamé y Bilardo se fijaran en mí. Era muy difícil llegar. Hoy veo jugadores que juegan en la Selección que no están a la altura.(FOTO SELECCION ARG PANAMERICANO 83)
En la camada nuestra había jugadores de buen pie, muy talentosos, que en este fútbol no podrían jugar por las características de este tiempo. Los tiempos van cambiando y hoy un velocista puede jugar al fútbol”, analizó el exgoleador, quien luego se refirió a aquella lejana experiencia en Caracas: “Quedamos afuera en primera ronda tras perder con Brasil y con México, pero la experiencia fue magnífica. Tuve de compañeros al arquero Oscar Guillén, al Coya Gutiérrez, a Theiler, a Ortega Sánchez, al Galgo Dezzotti, a Juan Gilberto Funes y Héctor ‘Pelusa’ Cejas (los dos últimos, ya fallecidos).
Había grandes jugadores, pero no se nos dieron las cosas”. También habló de su experiencia al lado de Diego Armando Maradona. “Nosotros éramos juveniles y sparrings de la Selección mayor, la base campeona del Mundo en México 86. Jugamos en cancha de Vélez con la selección de Maradona, Ruggeri, Burruchaga. Fue un lujo enfrentar a esos monstruos.
Yo estaba viviendo un sueño del que no quería despertar nunca. Compartir el predio de Ezeiza con esos cracks fue único. Ponerse la camiseta de la Selección es lo máximo, pero todo es sacrificio y muchas horas de entrenamiento y dejar cosas importantes de lado”, describió con la emoción de un niño el Puma, en el calor de su hogar.
Su experiencia con el Pato Fillol
“En aquella época, Ubaldo Fillol se había ido de River y a mí me tocaba practicar definición con él. Me sorprendía lo fenómeno que era, jamás se comió un amague y tenía unos reflejos impresionantes y una rapidez de piernas única.
Fue el mejor arquero que vi, me dejó impresionado. Me hice amigo de él. Años después, me tocó enfrentarlo, cuando yo jugaba en Unión de Santa Fe y él, en Racing”.
La Selección del interior
“La primera camada era con César Menotti en la década del 70, antes del Mundial 78, que se hacía una preselección fuera de Buenos Aires. En aquellas épocas era la única posibilidad de que se nos vea y se nos conozca, era la época en que todo nos enterábamos por los diarios porque no había internet. Hoy si no jugás en Boca, en River o en Europa parece que no estás capacitado para jugar en la Selección. Un técnico solo mira para ese lado y es todo muy concentrado. Hoy en el fútbol argentino y en categorías de ascenso hay jugadores con un potencial increíble. Antes se abría más el panorama y así llegaron grandes jugadores del interior a la Selección: Valencia, Kempes, entre otros”.
Los goleadores 2.0
“Hoy el 9 del área no existe. En estos tiempos el delantero se tira muy atrás: se defiende con muchos hombres y se ataca con uno o con dos, como mucho. No hay gente que te abastezca, la pelota a los delanteros netos no les llega limpia. Decime, ¿qué 9 de área se destaca hoy en el fútbol argentino? El último fue Martín Palermo.
Pero está en extinción porque el fútbol cambió. Los sistemas tácticos de la actualidad te llevan a eso, son más especulativos, más defensivos. Hoy se cuida mucho el resultado, hay miedo a perder, el técnico tiene miedo a perder su trabajo. Antes, ganabas o perdías, pero ibas al frente, jugabas igual en todas las canchas. Hoy el técnico quiere perdurar. Hoy no abunda el que pierde por ir al frente. Yo tengo visión ofensiva y quiero que mi equipo vaya al frente, eso les inculco a los chicos. Delanteros hay a patadas, pero goleadores con olfato y virtud para ver la jugada, muy pocos. Yo tenía esa intuición de saber dónde iba la pelota, de estar en el lugar y en el momento justo”.
La suerte de Argentina: El Mundial de Messi
“Le tengo mucha fe. Muchos jugadores de este equipo llegan maduros. Tenemos con qué traernos la copa, pero no será fácil. Ojalá que estén los 23 iluminados. Le temo bastante a la defensa, pero de mitad de cancha hacia adelante podemos dormir tranquilos. La defensa no me convence. Los defensores dudan en amistosos ante equipos menores. Un equipo de nivel en el Mundial no te perdona”.
“Se lo está presionando mucho, se le exige todo. Maradona ganó un Mundial solo, con su técnica. Eso hoy no lo podrá hacer Messi ni nadie. Un gol como el de Diego a los ingleses, si hoy Messi quiere hacer lo mismo, no alcanzará a gambetear a dos que ya lo van a ‘partir’. Hoy no te dejan pasar. Antes había muchos más espacios y más viveza. Cada vez que agarra la pelota Messi, tiene dos o tres encima”.
Exceso de confianza
Para Garnica, como para muchos, el gran candidato a ganar el Mundial es Brasil. “Por su historia, su potencial, porque está jugando en su casa”, dijo. Pero también tiene en su cartera de favoritos a Alemania, a España -el último campeón-. ¿Y la Argentina? “Hay que ser cautos. En Sudáfrica nos creímos campeones y quedamos en cuartos de final. Pero al final, son los mismos los que siempre llegan: Alemania, Italia o el mismo Brasil, hacen eliminatorias flojas, clasifican raspando, pero en los mundiales están”, fue el pronóstico de Garnica.
“A los mundiales hay que jugarlos. Las eliminatorias no son parámetro para medir. El Mundial es otra cosa, es más corto, no hay márgenes para recuperarse, es otra la motivación y la presión. Muchos subestiman al grupo (Irán, Bosnia y Nigeria) y eso es un error. No podés comer un asado antes de cocinarlo. Ya no se gana más con la camiseta, eso quedó en la historia”, dijo.
Tévez, los millones y el fútbol a través del tiempo
El Puma Garnica tampoco le esquivó a la interminable polémica de la no convocatoria de Carlos Tévez a la Selección, controversia que persiste con el Mundial en curso. Además, se refirió a la “falta de compromiso” del jugador que hoy viste la casaca albiceleste en relación con otros tiempos. “Tévez no puede no estar. Es uno de los pocos jugadores que quedan de esa raza, que se matan por la camiseta.
Viene de salir campeón y goleador en Italia. Hay otra cosa, no es convocado por algo que escapa al fútbol. Es el jugador del pueblo, lleva el potrero en su sangre, es uno de los pocos representantes del potrero argentino”, opinó.
SE CUIDAN DE LAS LESIONES
“Los que hoy juegan en la Selección se cuidan demasiado de no lesionarse, porque hoy el dinero mueve todo. Quedan parados y pierden plata. La mentalidad del jugador hoy es hacer plata. En nuestra época, era jugar, por la gloria, por el orgullo. Acá, en Salta, un jugador te dice: ‘Yo juego por plata, y si el otro me paga más, me cruzo de vereda’. No hay amor por una camiseta”, criticó la exgloria.
Además, trazó la comparación entre el fútbol que él vivió y el de la actualidad. “Antes se jugaba al fútbol, no se especulaba. ¡Había cada talento! Ahora uno hace un caño y le dicen ‘¡qué jugador!’. Antes se hacía caños, bicicletas, sombreros y todo tipo de fintas todo el tiempo. El fútbol cambió. Se hizo más resultadista, la gente ya no se deleita, no va a la cancha a ver fútbol, sino a ver a su equipo. ‘A ganar cueste lo que cueste’, dicen los hinchas. Hoy todo es físico y velocidad”, cerró. (POR M FRADEJAS EL TRIBUNO)
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