El Ingeniero Alfonso Peralta, presidente del Centro y Guillermo Villagrán, presidente del Club de Fútbol, hicieron alambrar la cancha y construyeron la primer tribuna. Nombraron al estadio como Basílica Mayor. En ese contexto, el 24 de mayo de 1931 , hace hoy 83 años, Juventud se vistió de fiesta para dar a luz su primer gran paso institucional: inaugurar la cancha propia. El club finalizaba así un peregrinar por varios terrenos prestados en zonas aledañas a la actual y se instalaba definitivamente en el corazón de una barriada que lo había visto nacer catorce años antes, en 1916.
Ese día se organizó un partido inaugural contra Estudiantes de La Plata que Juventud Antoniana ganó por 2 a 1. El pincharrata llegó a Salta con el maximo goleador del Torneo de AFA, Alberto Zosaya, 33 goles, Sin embargo Juventud logró derrotarlo. Ya a finales del 31, toda Salta se vestía de fiesta porque el Santo lograba dar su primer vuelta olímpica y coronar el tetracampeonato. Sobre la gramilla verde, el santo fué edificando su historia, aunque por razones economicas las directivas prefirieron jugar los regionales y clásicos en otros escenarios, ya sea cancha del albo hasta los 80 o estadio mundialista desde el 2001.
Pero la mayor satisfacción con que cuenta el ahora santuario es el inquebrantable Record Nacional de 44 partidos, logrados en la temporada 88/89. Más alla de ello y cercano a los 90, un socio de la insdutria grafica, donó a Juventud el sistema de riego por aspersión. Lo que transformó al cesped antoniano en ser junto al del Estadio de River, los dos unicos de Argentina con tan avanzada tecnología. En los últimos tiempos, Juventud Antoniana, elevó su caudal de hinchas y se vió obligado a jugar sus partidos en el mundialista. A pesar de ello el mítico escenario tiene en sus entrañas inolvidables episodios de penas y alegrias. Una tarde de aquellas a fines de los 70, la directiva decidió voltear los enormes eucaliptus que enriquecian el paisaje.La construcción de las plateas, fue otro gran paso.
Con las normativas de AFA a fines de los 90 se obligaba a todos los clubes a desprenderse de las tribunas de madera. Así una tarde, desmontaron la mitica tribuna ocupada por la Agrupación Dale Santo y días despues levantarón la tribuna de cemento sobre calle San luis. Al mes, le entregaron un dinero a Juventud, y se ordenó que desarmen la tribuna de calle Rioja, un socio dueño de una carpinteria trajo una motosierra y desarticuló los tablones, en donde por decadas festejaban los muchachos de la Santo Corazón. La plata para la tribuna, fue a parar a los bolsillos de algun directivo y la construcción se retrazó. Años mas tarde, el corazón de los socios lanzó la campaña del cemento, en el club se recepcionaron muchisimas bolsas, pero la construcción se hizo a medias y las bolsas sobrantes quedaron caducas en un deposito cercano a los vestuarios, otras claro esta, se fugaron del santuario.
Entre las historias futboleras en el cesped, están resaltadas, la del juez Pizapia que cambió un resultado, anulando un gol de Atletico Ledesma en campo de juego para despues abrocharlo en el informe, para decir que el Santo perdió 3a2. El intento de festejo cuervo, cuando el golero Latigo Rodriguez quizó festejar la victoria azabache y fué alcanzado por varios perdigones de una itaka policial. Las bombas de estruendo arrojadas en el vestuario de Patronato en venganza al accionar de los entrerrianos, cuando sin motivos en el cotejo de ida agredieron al jugador de Juventud Arturo Durbal Saravia. Las miles de pulgas que Totano, aplicaba a varios de los utileros de equipos visitantes. Las bolsas de Sal aguardando la llegada del Tano Riggio al banco de suplentes del Lobo. Las puteadas desde el Rincón Pistoia del Padre Honorato para con los arbitros y jugadores rivales. La gesta de los hinchas pernoctando debajo de las tribunas, en la vispera de la final de ida con Cipolletti. Esa tarde y la del duelo con Chaca, reventó boleterias. Los nombres de ilustres en las cabinas de prensa de Madera y el incendió que obligó a la construcción de nuevas Cabinas. El planchazo de Valdiviezo a Zurita que desencadenó gestos de balasos de los jugadores de Gimnasia y Tiro que ese dia quedaron eliminados del Nacional "B".
Y por supuesto las huellas de un tunel en donde quedán para siempre las marcas de los grandes del fútbol argentino, Digase Pastoriza, Bochini, Barberon, Goyen, Artime, Gatti, Brindisi, Marcico, Percudani, Rinaldi, Insua, Los mellis Funes Mori, entre otros. Sin dejar pasar por alto las huellas de los nuestros, si de todos los que siempre vestimos la casaca de Juventud Antoniana. Claro, tambien estan las vueltas olimpicas cuando lo haciamos en casa o cuando desde otros escenarios regresamos para ofrecerte mas de mil y un victorias. Y sumele los negritos etipies y los chicos de la vinotinto venezolana que entrenaron durante el mundial juvenil.
Pero no quedan fuera de las anecdotas futboleras, otras historias, algunas relacionadas con el basquet, porque debajo de la platea se jugó basquet y una tarde Capuchino Sanchez que se morfaba el reloj en el banco, ingreso faltando 6 segundos y con bronca revoleo la pelota "Naranja" desde media cancha para meter un triple inolvidable, que ni él lo pudo creer. Otras con los jugadores de los 70 guitarreando en la cantina del club (ubicada en donde hoy esta el Gimnasio).
Otra con don Modesto Mamani (QEPD) recorriendo el verde cesped con un tractorsito moderno que muchos vitalicios se lo reclaman, porque una tarde se lo llevó a reparar. Otra con Doña Argentina cocinándoles a los pibes de la cantera, otra con Don Blas o Villita, famoso por ser el vendedor de masitas mas querido de los estadios de Salta. Por ultimo, Santuario de mi corazón, compañero de emociones, no me olvidare jamas aquella vez, la tarde que me frenaron los canas con el cotejo arrancado, en tus narices justo en el acceso a la platea y los arrastre como 12 metros aguantandome el grito de "Gordito PASALO A NAFTA"....
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