jueves, 25 de diciembre de 2008
Juventud despidio el año goleando al Expreso periqueño
Una noche soñada y perfecta tuvo Juventud Antoniana. Se dio el gusto de cerrar el año con una tremenda goleada sobre Talleres de Perico y ante un muy buen marco de público.
Pablo Añaños, Martín Perezlindo y Matías Rinaudo hicieron los goles para que el "santo" derrotara claramente por 3 a 0 a los jujeños, y quedara -momentáneamente- en la segunda ubicación de la tabla de posiciones para encarar el 2009 con mayor esperanza.
El equipo que dirige Gustavo Coleoni salió a jugar contra los periqueños decididos a golpear desde el primer minuto, y así fue.
La primera escapada de Miguel Gutiérrez terminó en un centro que Pablo Añaños pudo conectar, beneficiado por un desvío en la defensa contraria, para poner en ventaja a su equipo antes de los dos minutos de juego.
Ese gol tempranero le permitió a Juventud controlar el primer tiempo, dominar constantemente y puso nervioso al rival.
El "santo" no se detuvo, siguió buscando con el impulso de sus hinchas y Lucas Godoy ejecutó un tiro libre casi perfecto que pegó en el travesaño, y en el rebote Martín Perezlindo impactó con la cabeza para estirar la ventaja y regalarle a la gente una alegría incontenible a esa altura.
En el complemento, el equipo antoniano no arriesgó tanto como en la etapa inicial, pero siguió teniendo el control de las acciones. Talleres, en cambio, trató de revertir el mal resultado aunque tampoco encontró respuesta de mitad de cancha, donde Juventud tomó bien las marcas.
Tras la expulsión del defensor Pugliese, las cosas fueron más sencillas para el "santo", y la diferencia entre uno y otro equipo eran muy grandes. Por la formación de Coleoni creó varias ocasiones de gol, hasta que un nuevo centro cayó en el área visitante y donde Matías Rinaudo intervino para decretar el 3-0, y una fiesta total en las tribunas.
Juventud redondeó una noche perfecta con victoria que terminó a todas luces como cada vez que juega de local. En el balance final el "santo" fue netamente superior al conjunto de Talleres, muy peligroso a la hora de atacar aunque también dio algunas ventajas cuando el rival trató de inquietarlo sobre todo en el primer tiempo. Pero siguiendo esta línea de juego, el equipo que dirige Coleoni podrá pensar en el 2009 en algo serio, en algo que en la Lerma y San Luis esperan desde hace tiempo.
Otro lamentable final
El clásico entre "santos" y periqueños quedó envuelto en un escándalo de proporciones a raíz de los incidentes que se registraron al final del partido y que dejó como saldo una veintena de hinchas, de ambos clubes, con golpes o heridas de consideración, por lo que tuvieron que recibir asistencia médica.
Cuando lo policias estaban tratando de dispersar a los más revoltosos, entró en escena el arquero de Talleres de Perico, Gustavo Coronel, quien trató de interferir en el accionar de los efectivos. Al parecer el citado jugador empujó a uno de los efectivos, haciéndole perder la gorra, lo que originó un confuso episodio.
Todo comenzó cuando los hinchas periqueños se negaban a abandonar el estadio antes de la finalización del partido, resistiéndose al accionar policial lanzando proyectiles, lo que derivó en corridas y detenciones.
Las provocaciones se extendieron a los hinchas salteños, que reaccionaron de inmediato, produciéndose una lluvia de proyectiles y algunos enfrentamientos personales.
Una vez controlada la situación, personal policial se apostó en el acceso a los vestuarios a los efectos de demorar la salida del plantel de Talleres de Perico, hasta tanto se aclarara la situación de Coronel.
En tanto las sirenas de los servicios médicos alertaban sobre las consecuencias de los incidentes. Así se supo que tres policías y una veintena de hinchas fueron atendidos por diferentes golpes o heridas.
Fuente El TRIBUNO DE SAlta
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